Kansha: La Danza de la Gratitud

Kansha: La Danza de la Gratitud


Octubre llega con la gracia de una hoja dorada que cae suavemente de un árbol en el bosque. Es el mes de la cosecha, cuando la naturaleza, en su inagotable generosidad, nos ofrece sus tesoros dorados. En este artículo exploraremos cómo la gratitud se entrelaza con la naturaleza.

 

Para acompañarte este mes, hemos creado esta playlist con vibes de octubre. Puedes escucharla AQUÍ

 

Este mes, te recomendamos la lectura de "La Belleza del Objeto Cotidiano" de Soetsu Yanagi. En esta recopilación de ensayos, el autor, nos invita a mirar a nuestra alrededor y apreciar aquellos pequeños placeres que damos por hecho en nuestro día a días. 


"Kansha" 感謝, esa palabra japonesa que resuena como una melodía suave en los vientos de octubre, es más que gratitud. Es un baile de agradecimiento que la naturaleza ejecuta con gracia infinita. Cada hoja que se desliza desde una rama y cada fruto que cae de una rama es una expresión de Kansha, una muestra de agradecimiento de la Tierra por sostenernos y alimentarnos.

Los campos se visten con la abundancia de cosechas maduras, como un tapiz dorado tejido por las manos de la naturaleza. En este escenario, "Kansha" nos invita a ser espectadores y participantes en el espectáculo de la gratitud. Nos enseña a no solo recibir, sino a devolver. A cuidar de la Tierra que nos ha dado tanto y a ser guardianes de su belleza.

Cada hoja que cae en octubre es una lección sobre el arte de soltar y agradecer. Las hojas que una vez danzaron en el viento, ahora se despiden con gracia, cayendo al suelo para nutrir la tierra y prepararla para la próxima primavera. En su caída, nos enseñan que en la gratitud también reside la belleza de dejar ir.

Podemos celebrar Kansha al compartir comidas con seres queridos, al respirar el aire fresco de la naturaleza o al contemplar la quietud de un lago reflejando los árboles dorados.

La gratitud se encuentra en la brisa de otoño, en el crujir de las hojas bajo nuestros pies y en la abundancia de la cosecha. El agradecimiento nos permite conectarnos más profundamente con el mundo que nos rodea y descubrir su magia.